La Tuna Race tiene varias cosas que la hacen épica: Aún es mayo y el agua está muy fría, la posibilidad de nadar entre atunes, la salida desde 5km mar adentro, corrientes, oleaje…el que “la meta” sea llegar a tierra.

Esta vez vamos Viky, Andreas, Quim… y allí nos encontramos con Pau (nueva incorporación al equipo) y varios conocidos del mundillo de la natación, como mi vecino de Llavaneres (Johnny Gomez). 

El sábado pudimos ir en catamarán hasta la piscifactoría del atún rojo, que es desde donde empieza la carrera al día siguiente y bañarnos entre atunes. Atunes no vimos ni uno, pero pudimos comprobar lo fría que estaba el agua y las corrientes “mar adentro” que allí había. A la vuelta cargamos carbohidratos (pizza, pasta, tiramisú…), briefing (donde Santi Pellejero nos explicó q “había un plan B, por si las condiciones de la mar fueran muy malas… pero que no esperaban usarlo”) y a dormir.

Al día siguiente, Viky y Andreas hacían la “corta” de 2.500 metros, que empezaba un par de horas antes, así que Quim y yo desayunamos solos, algo más tarde, y nos fuimos para el puerto de la Ametlla. Nos pusimos medio neopreno y nos preparamos para el embarque. Hacía bastante viento… y dirección mar adentro. Mientras, las zodiacs de la cruz roja iban trayendo gente (de “la corta”) con hipotermia, que habían tenido que abandonar. Uno de ellos, después de estar 10’ tiritando en el suelo, con mantas térmicas y masajes, se lo acabó llevando una ambulancia. Más tarde nos enteraríamos que nuestra Viky también había tenido que abandonar por el frio. Realmente, si cuando nadábamos nosotros hacía frio, dos horas antes tiene que haber sido durísimo.

Todo esto le iba dando un ambiente cada vez más épico, hasta q Santi, megáfono en mano, nos explicó que, las condiciones del mar, 5km al interior, no permitían hacer la carrera original y que retomarían el “Plan B”: 4.400 metros, bordeando la costa. Embarcamos en los catamaranes y remontamos la costa hasta la salida. 

Bordeando la costa, el mar estaba bastante más calmado (poco viento) y había una ligera corriente a favor. Nos tiramos al agua y… j***er! Que fría! Los minutos hasta que dieron la salida se hacían eternos. Ya no sabes cómo patalear para entrar en calor… hasta que suena la bocina y nos ponemos todos a nadar como locos. 

Casi me como a un tío con una cámara, de la organización, que estaba bajo el agua haciendo fotos. Molaría conseguir esa foto…

Hace mucho frio, así que empiezo nado a A2-A3. Si me asfixio, aflojo a A2, hasta que recupero el aliento… pero, con él, viene el frio, así que, de nuevo a A3. Al cabo de un rato, apago el cerebro y sigo en modo vegetal. Lo apago tanto que ni me entero de que paso por el avituallamiento y no paro.

De repente, veo un chaval con un padel surf que me dice que “recto y que gire entre las dos boyas rojas para entrar a meta”… Eing? Ya? Miro y, efectivamente, ahí está la puerta roja con las letras del SBR. Se me ha pasado la travesía en nada. Salgo tranquilamente del agua y disfruto del calorcito del sol.

Al final, los 4.400 metros han caído en 1h 17’… nada como el frio, para apretar el culo! :-D

Me quedo con las ganas de nadar el diseño original desde mar adentro… uhmm, tendré que repetir el año que viene! ;-)