Las semanas van pasando y los entrenos no llegan. No llegan porque no se pueden juntar más cosas para impedirme que algo pueda entrenar cada día (ni una vez a la semana). Lesiones, trabajo, ganas, … Todo se desmorona.

Si eso era poco, la noticia de que nuestro querido Blanchi (Miquel Blanchart) deja el Equipo, nos tocó la fibra a todos. Y a él el primero. Pero la vida sigue para todos y para él, más. Su sueño de estar entre los más grandes le obliga a tener que renunciar a ser nuestro Sensei, como cariñosamente le llamábamos (y le seguiremos llamando). Durante 3 años permaneció a nuestro lado para enseñarnos lo mejor de él y ahora, es él el que debe pelear por su sueño y nosotros apoyarle. Hacerle la salida fácil, que ciertamente, hemos visto en la barbacoa de despedida, no estaba siendo fácil.


Aquí, en este equipo que me vio nacer como triatleta (y creciendo a duras penas), no se da puntada sin hilo. En su ciudad natal, Sabadell, se celebra una San Silvestre muy especial y que Miquel apadrina. Se llama “BBVA La Nostra” (www.lanostra.cat). Una carrera solidaria, en la que la recogida de productos para los más necesitados, es el primer objetivo. Dicho esto, el equipo organiza una escapada sorpresa para ver competir a Miquel y a la vez, correr en su ciudad y hacerle entrega de un pequeño obsequio, que con mucho cariño, hemos elaborado.

Ya en Sabadell, 9 componentes del Equipo, nos disponemos a iniciar el calentamiento. Y ahí, el momento en el que nosotros y él, nos cruzamos. Nuestras caras de felicidad, no dejaban duda de las ganas que teníamos de verle. Y la suya, la cara de un campeón como es él, desencajada porque no se lo esperaba. Después del saludo, suena una voz familiar que dice “Va! Vamos a calentar! Diez minutos de trote, unas aceleraciones y os quiero ver haciendo MMP!!!”. Era Dios, que acababa de hablarnos. Las manos se apilan unas encima de otras….

Y se escucha la señal de salida… El fin, dar lo máximo…. El ritmo, no sé cuál era…. ¿Para qué? ¡Y qué más da! …. Ya había oído antes…. MMP! Las piernas corren más que la cabeza…. ¿o la cabeza recuerda cómo iban las piernas y éstas no van? ¡Y qué más da! A mitad de carrera, sobre el 3.000, el ligero descenso se vuelve traidor. Comienza el “suave” ascenso camino de meta y las pulsaciones suben. Y no, la patata no está por la labor. Toca aminorar y racionar.

El Garmin me dice que 19’ 07”, que para no haber preparado, estoy más y más y más que contento. Y hago MMP, ya que no tenía marca oficial en el 5.000m. Y aunque en otros tiempos hubiera sido mejor, lo vivido hoy, está por encima de tiempos, de marcas y de objetivos deportivos. Hoy el OBJETIVO era el pequeño homenaje a nuestro Sensei Blanchi y ese, se ha cumplido con nota.

Y todos los allí presentes, así como los ausentes que también acompañaron el momento en la distancia, hicimos entrega de nuestro obsequio a Miquel y a su esposa (cierto es, que detrás de un gran hombre, hay una gran mujer). Nos hicimos fotos, hablamos, nos reímos, se interesó por todos y cada uno de nosotros…. y nos dijimos “Hasta luego. Hasta la próxima”. Porque habrá más y mejores. Gracias Miquelet, por estos años. Por ser como eres y por habernos enseñado el camino. Siempre tuyos, Tus Hooligans, tus PUPILS…