Es una prueba muy agradable de correr, ya que el 90% del trazado es por pista de tierra. Además, la prueba discurre por la antigua ruta del ferrocarril de vía estrecha. Esto hace que sea una carrera "recta" y "plana", ya que los trenes no hacen curvas cerradas, ni suben cuestas (bueno, excepto los cremallera, pero no es el caso ;-).

Finalmente, es de las pocas Medias Maratones que es lineal: Sales de un pueblo y llegas a otro... no como la mayoría, en las que das vueltas de un lado para otro, siempre en el mismo pueblo.

En esta ocasión fuimos un grupo de amigos, de los cuales, dos hacíamos la Media y el resto la cursa del 10k que acababa también en Sant Feliu de Guixols, así que, a eso de las 8:00, Cesar y yo nos quedamos en Llagostera y empezamos a calentar, mientras que el resto del grupo se iba a la salida de la cursa de 10k.

Los minutos antes de la salida fueron bastante entretenidos, ya que la organización tenía uno de esos droids, que vuelan con una cámara colgada, e iba todo el rato de un lado para otro sacando fotos... todo un espectáculo visto de cerca.

A la hora, nos agrupamos todos en el arco de meta. Choque de manos. Subidón de adrenalina. Últimos deseos de buena suerte y el speaker hizo una cuenta atrás desde 10, que coreamos todos a partir del 7 a grito pelado...y, al llegar a 0 empezó la carrera. Que mejor forma de empezar!

Los primeros 100-200 metros fueron bastante apretujados, ya que el camino era estrecho y, no todos los que se habían puesto en primera linea, tenían un ritmo de carrera alegre... pero, antes de salir de Llagostera, el grupo ya se había estirado y podías coger tu ritmo sin que nadie te estorbase.

Una de las paranoias que llevaba en la cabeza era coger un ritmo de carrera estable, y no ir a tirones (como en otras ocasiones), así que, durante los primeros kilómetros, deje que me avanzaran unos cuantos estresados, que pasé con facilidad en la segunda parte de la carrera, cuando ellos perdieron el ritmo. Las series detrás del gran Papa-Nicolau están empezando a dar sus frutos y empiezo a ser capaz de correr "a un ritmo constante" durante más de 5 metros. Esta parte la hice bien.

En el primer avituallamiento cometí el único error de esta ocasión. La organización lo había avisado, pero no fui consciente hasta que los vi: Había conguitos! 

... ahí estaba yo, concentrado, feliz con mi ritmo de carrera, cuando al acercarme a la mesa donde avituallaban, vi una enorme extensión de conguitos dispuestos encima de la mesa para que cogiera tantos como quisiera... resistiéndome a la tentación de abandonar la carrera y quedarme allí, comiendo, hasta que se acabaran... en lugar de eso, opté por pillar *todos_los_que_pude*, mientras pasaba corriendo por al lado y, antes de 20 metros ya tenía la boca llena de conguitos!

Esto fueron unos 20 segundos de felicidad extrema... y 6-7 kilómetros con la boca pastosa y escupiendo trocitos de cacahuete, hasta que pude conseguir una botella de agua en el siguiente avituallamiento. Error. Lección aprendida. En carrera, los conguitos ni mirarlos...;-).

Aparte de esto, la carrera no tuvo mayores incidencias. Ritmo apretado pero constante. Buenas sensaciones. Sin dolores. Sin rozaduras... y la conciencia, a medida que avanzaban los kilómetros, de que iba a bajar mi mejor marca.

Cuando faltaban unos 3-4 kilómetros, me sorprendió mi amigo Salva (el dueño de JanesSport) , que había hecho la prueba de 10km, y que desandó los últimos km's para animarme y acompañarme en la llegada. Que detallazo!

Estos últimos km's fueron a FULL. Viendo por el reloj que estaba por debajo de mi marca anterior, y con el Salva al lado animándome: "Venga! Vamos a por ese!... Ahora a por el otro!"... hasta que ya vimos el arco de meta y metimos el sprint final.

Resultado: 1h 35' 01". Posición 49 de la general y 21 de mi grupo de edad (Sub50M). Mejor marca personal y otra Media "a la saca"!